La reforma procesal civil de 1993 supuso una radical ruptura con un orden cuasicolonial impuesto desde los inicios de nuestra experiencia republicana. Será necesario recordar que conceptos como preclusión, principios procesales, interés para obrar y hasta tutela jurisdiccional efectiva eran simplemente inexistentes y, peor aún, no era extraño que los procesos duraran más que los hombres. Si bien hoy estamos lejos de considerar que los problemas en la justicia civil se han agotado, sí se puede sostener, con seguridad, que aquella reforma la mejoró sustancialmente y, sobre todo, que ha sentado las bases para reformas más específicas e incisivas, tal como ocurrió con el Código Procesal Constitucional del 2004.
En este contexto, Communitas ha considerado reeditar Introducción al proceso civil (1996) –ahora con un nuevo y definitivo título– pues se trata de un clásico contemporáneo en el que se concentran los fundamentos teóricos e ideológicos del Derecho Procesal peruano.
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