Aquello que llamamos “cultura jurídica” —es decir, el conjunto de creencias, convicciones y saberes sobre el Derecho y los derechos, la forma cómo se enseña y cómo se razona con él— está cambiando profundamente en nuestro contexto.
Hay varias explicaciones para este proceso cultural que, en el caso peruano, es tardío incluso si lo comparamos con los países de la región. A nivel externo, tiene que ver con la globalización de ciertas tendencias en el Derecho, especialmente el transconstitucionalismo y sus dimensiones. A nivel interno, tenemos el impacto de la caída del régimen autoritario de finales del siglo xx y el proceso de la transición hacia la democracia.
Me gustaría pensar que Palestra forma parte de este proceso de transformaciones culturales del Derecho en nuestro contexto y que, de alguna manera, hemos contribuido en ello. Cuando nacimos en 1996, no había entre nosotros un espacio cultural que recogiera las preocupaciones sobre la aplicación judicial de la Constitución, la filosofía política de las libertades o la relevancia que hoy tiene la argumentación en la toma de decisiones publicas.
Desde Palestra hemos impulsado, y lo seguiremos haciendo, el fortalecimiento de la democracia constitucional y la defensa de los derechos y libertades como fundamento del Estado y sus instituciones. Estamos agradecidos de la confianza que hemos recibido en este tiempo, tanto de autores como de lectores. El bicentenario de la independencia nos compromete a mantenernos en el camino que nos hemos trazado desde el comienzo: contribuir con el fortalecimiento de la cultura jurídica que haga posible los valores del Estado Constitucional de las libertades y la plena igualdad.
Pedro P. Grández Castro
Editor General