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BAJO LA LUPA JURÍDICA: «¿ESTAMOS PROTEGIENDO EN LA VEJEZ?» DE JAVIER PAITÁN EN PALABRAS DEL PROFESOR SEBASTIÁN PIZARRO

Por: Sebastián Pizarro Contreras

Candidato a doctor en Derecho, Universidad de Chile. Magíster en Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Universidad de Chile. Diplomado en Derecho Laboral de la Empresa, Universidad de los Andes. Licenciado en Ciencias Jurídicas, Universidad Viña del Mar, Abogado. Miembro de la Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y de la Red Iberoamericana de Investigación en Seguridad Social. Profesor de Metodología y Habilidades para la Investigación Jurídica, Universidad Católica Silva Henríquez. Correo electrónico: sebastian.pizarro.1984@gmail.com.

PAITÁN       MARTÍNEZ,   JAVIER,   ¿Estamos      protegidos    en    la    vejez?     Jubilación, deslaboralización y un modo para armar. Palestra Editores – Fondo Editorial PUCP, 2023.

Con una pluma sencilla y envidiablemente clara, el profesor de la Maestría en Derecho del Trabajo y de la Seguridad de la PUCP, Javier Paitán, presenta su primera obra en solitario, mediando a efectos de su trazado una pregunta elemental cuando de evaluar la eficacia de un modelo de seguridad social se trata: ¿estamos protegidos en la vejez? En cinco capítulos, el profesor Paitán procura responder tal pregunta centrando conceptualmente su desarrollo desde particulares núcleos, a saber: jubilación, deslaboralización y modelo.

Los tres primeros rodean la noción de jubilación. Rodeando su etimología y definición, nuestro autor, siguiendo a Supiot, nos recuerda el hecho que nuestras sociedades “se fundan sobre el trabajo y la seguridad social (en salud y en pensiones), siendo el derecho del trabajo y el derecho de la seguridad social las disciplinas encargadas de su estudio, respectivamente”[1]

 Tal constatación, de suyo simple, por simple resulta ser desoída cuando ingresa a ser resuelta por lo jurídico la contingencia que representa la vejez o jubilación en tanto desafío. Acertadamente, el autor plantea tempranamente en su investigación la mancomunión de estas disciplinas en orden a resolver el problema de la “revolución de la sociedad envejecida […]. La jubilación debe ser encarada, más que nunca, desde la seguridad social (para ser financieramente sostenible), la que también integrará su tratamiento desde lo laboral y desde lo previsional” [2]. Abarca lata y genealógicamente, ya en el segundo capítulo, el influjo del constitucionalismo democrático y social en Perú a la hora de promover la protección de la jubilación, a través de su constitucionalización y justiciabilidad. En este ejercicio, incorpora jurisprudencia y criterios emanados tanto del Tribunal Constitucional peruano como el sistema interamericano de derechos humanos, vinculantes, ciertamente. La arista genealógica es desarrollada en el capítulo tercero, develando su escenario actual aquello cuanto el Informe de la Comisión de Protección Social detecta como corolario en 6 puntos: fragmentación y carencia de visión integral del modelo pensionario al configurarse en una dinámica competitiva lo público y lo privado [3]; bajo nivel de cobertura al enfocarse este en el mercado formal de trabajo (28 % de afiliación); pensiones insuficientes e inequitativas; no aprovechamiento de economías de escala, con un mercado oligopólico por parte de las AFP; dificultades estructurales que imposibilitan del acceso a esquemas de retiro simples, así como ausencia de información y asesoría financiera simple y de fácil acceso [4] .

La deslaboralización, por su parte, es tratada en el capítulo cuarto, el cual se inaugura con un fuerte componente estadístico sobre realidades que el profesor Paitán Martínez define y categoriza como “invisibilizadas”. Llama la atención el alto nivel de informalidad laboral (70 %), la escasa cobertura del sistema en microempresas (75,5 % sin protección social), con un alto porcentaje de trabajadores independientes (40,9 %), modalizado todo por un mercado laboral particularmente permeado por las plataformas virtuales de trabajo y el envejecimiento de la población. Tras estas constataciones, Paitán revela en tanto cuestión hegemónica la narrativa de la jubilación desde la laboralización. Tal carácter, expone, es tributario de la accesoriedad con que sigue siendo observado el derecho a la seguridad social, “derivado del trabajo y de las relaciones laborales” [5]. El modelo peruano es caracterizable como uno en que “la condición laboral es una condicionante para formar parte de alguno de los regímenes jubilatorios” [6]. Contra tal hegemonía, se encuentra la deslaboralización, una referida a “que toda la ciudadanía ante su vejez, en el que ya están incluidos los trabajadores asalariados dependientes, tienen garantizada la protección social a través de la jubilación” [7]. Esta deslaboralización fluye, precisamente, desde la autonomía de la seguridad social y, mediante ella, el potenciamiento de sus principios: universalidad en la cobertura, igualdad, equidad o uniformidad en el trato, solidaridad social y redistribución del ingreso, comprensibilidad y suficiencia de las prestaciones, sostenibilidad financiera y, finalmente, unidad, responsabilidad del Estado, eficiencia y participación en la gestión. La idea es, al final del día, “brindar cobertura a todas las personas, sin distinción alguna, accediendo a las prestaciones de salud y pensiones de manera íntegra, oportuna y eficaz, pues se trata de superar la protección en la vejez solo de los trabajadores que tienen un contrato laboral” [8] .

En el último capítulo de la obra, titulado “¿Cómo combatir la inseguridad social ante la vejez?: un modelo multipilar de protección social para armar”, Paitán toma la posta del desafío que representa construir un modelo ante las interrogantes que plantea una cuarta Revolución Industrial. Sobre la base de datos y experiencias comparadas, nuestro autor se centra en Perú proponiendo una reforma estructural de núcleo multipilar, es decir, uno en el que confluyen uno no contributivo, otro contributivo obligatorio del que fluyen pensiones de jubilación mínimas universales y complementarias, cerrando con uno voluntario. Javier no olvida las difíciles discusiones y reformas que rondan un sistema de suyo complejo, tales como el retraso en la edad de jubilación, la supresión de planes de jubilación anticipada. Estas, que el autor denomina como paramétricas, no desconoce los clásicos componentes que identifican una real seguridad social, entre otros: el combate a la informalidad laboral, la recuperación de la solidaridad intergeneracional y el desentendimiento de consideraciones indeseables asociadas a ver la seguridad social como un mero gasto. Cierra su obra trayendo a colación los requerimientos de protección recientes en esta materia en países tales como Chile, Nicaragua o Colombia.

La presente es una obra que merece ser leída transversalmente por todo quien se interese en los fenómenos laborales. La mayor basa del texto es, en esta línea, su honestidad académica. Paitán en momento alguno oculta que las provocaciones del campo laboral son esencialmente demográficas, de mercado y de sensibilidad ante la vejez. Triada respecto de la cual, en lo absoluto, podemos sentirnos ajenos quienes vivimos en países aspirantes a una cuota de desarrollo (sea lo que sea signifique aquello). Por lo mismo, el “modelo para armar” que presenta Javier pensando en la realidad peruana nos resulta tan vívido y, en modo alguno, ajeno. Ello, aun cuando los guarismos y estadísticas sean fruto de estudios de campo en su país. La respuesta para el sentir de comunión mientras el texto se lee, se encuentra en las problemáticas comunes asociadas a la vejez en este lado del mundo, así como en la difícil concientización y educación permanentes para relevar el valor del vivir digno, cuando las fuerzas ya escasean. La pregunta inserta en el título de la obra puede encontrar respuestas más acabadas y razonables tras estudios como el presente. Y ello ya es un enorme mérito.


[1] Javier Paitán Martínez,   ¿Estamos              protegidos            en            la            vejez?    Jubilación, deslaboralización y un modo para armar (Palestra Editores – Fondo Editorial PUCP, 2023), 70.

[2] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 76.

[3] “Perú cuenta con un modelo pensionario altamente fragmentado y carente de visión integral conformado por dos regímenes contributivos (SNP y SPP) en constante competencia; un nivel de cobertura bajo y deficiente, producto de un sistema enfocada fundamentalmente en el mercado formal (de trabajadores asalariados) siendo que solo el 25 % de la fuerza laboral está afiliada al sistema contributivo de pensiones. Existe una evidente segmentación en el mercado de pensiones, pues los trabajadores con mayores ingresos y puestos de trabajo relativamente estables prefieren afiliarse a las AFP, mientras que aquellos con ingresos bajos optan por la ONP haciendo cada vez más insostenible el modelo alternativo”, Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 328.

[4] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 317-318.

[5] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 371.

[6] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 374.

[7] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 376.

[8] Paitán Martínez, ¿Estamos protegidos en la vejez?, 406.

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